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"Yo no lloré con la vacuna" (Mía Josefina)

  • Foto del escritor: Enrique R. Ansaldi
    Enrique R. Ansaldi
  • 27 jul 2019
  • 1 Min. de lectura

Un propósito de la OMS (organización mundial de la salud) es alentar a los investigadores para lograr disminuir el dolor al paciente (generalmente el niño) que recibe las inyecciones de las vacunas, a partir de las encuestas realizadas a los padres y tutores de los niños a quienes les preocupa que éstos padezcan dolor.


Lo cual implica conseguir una vía o un modo de administración de las vacunas que no produzca dolor.


O por lo menos lograr la reducción de las inyecciones al mínimo posible.


Esto último se consigue con vacunas múltiples en una misma inyección. Y además conlleva el éxito de la accesibilidad del niño a la protección pues a menor cantidad de dosis le corresponden menos viajes al vacunatorio, menos sufrimientos por dolor y otros inconvenientes, menos dilaciones entre dosis por causas intrínsecas del niño y extrínsecas a él.


Salvo que los niños pudiesen ser preparados, educados, en cierta fortaleza anímica para asumir las situaciones como la niña del título.


eransaldii@gmail.com




 
 
 

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