Until tomorrow, good night
- Enrique R. Ansaldi
- 28 feb 2019
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 25 may 2019
Alguna vez debía ocurrir igualmente con alguien de lengua extranjera. Nos saludamos para el descanso nocturno. Sonrientes y logicamente cansados, unos por su día de paseo en estos lares y otros por la suma de esfuerzos en atender la visitas, procurar entender su lengua, y continuar las actividades cotidianas de la casa y el trabajo.
Hasta mañana, buenas noches.
Y cuando el sueño ya estaba invencible, el niño más pequeño, llenó nuevamente la casa compartida con su llanto ... ¿ dolor de oídos ? (lo había visto moqueando en el día), ¿ hambreado ? (es un bebé grande, que demanda su alimento natural seguidamente), ¿ estreñido ? (varias veces en esos días pareció calmarse luego de su deposición), ... pero no me llamaron para la consulta ...¿ habrían ido a una guardia ? ... transcurrió una hora y no se oyó más su llanto ...seguramente tenía hambre o habrá aliviado sus intestinos o le dieron sus padres el analgésico ...o liberó su angustia acumulada del día de paseo que fue largo ... pude ir a dormir: los demás estaban tranquilos.
eransaldii@gmail.com
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