Un Colega neumonólogo entre la falta de pulmotores y la falta de respiradores inteligentes.
- Enrique R. Ansaldi
- 3 abr 2020
- 1 Min. de lectura
El COVID-19 en plena pandemia nos mueve a todos (un poco la pandemia es eso).
A mitad del siglo veinte faltaban pulmotores para atender a todos los afectados de la parálisis infantil. Y la cruda realidad para el médico fue decidir a quién se le adjudicaba uno y a quien no.
Hoy, siglo veintiuno, se repite la crudeza que parte corazones: a quién se le adjudica un respirador inteligente y a quién no.
Honro a mi Colega que, en una nota en un diario nacional, en medio de incontables notas, vuelca su sensibilidad médica (personal y comunitaria) en estas horas difíciles para la humanidad y para sus asistentes en la enfermedad, para pedir a las organizaciones gubernamentales que fortalezcan permanentemente los sistemas sanitarios. Y agrego de mi parecer: porque no podemos prever qué cosa vendrá ni que dimensión tendrá, pero sí podemos imaginar escenarios complicados y organizarnos hasta donde dan nuestras inteligencias y nuestras fuerzas.
eransaldii@gmail.com
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