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Siete meses pandémicos ... y los aprendizajes

  • Foto del escritor: Enrique R. Ansaldi
    Enrique R. Ansaldi
  • 3 ago 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 5 ago 2020

Estar en casa es o no satisfactorio, en mi caso sí (como siempre, y como siempre con los mismos horarios para la casa y para las actividades profesionales... al punto que no he pasado de una película mensual...)


"Guardarse" es una necesidad normal una vez por día, todos los días de la vida; luego el guardarse se transforma en salir de casa con la intención de volver, y mientras interactuar socialmente en el ambiente de estudio y/o trabajo que nos convoca diariamente; y así el "finde" y el Domingo, y los feriados, ya con sus silencios, descansos, labores extraordinarias (o sea, ordinarias para esos momentos) y reuniones familiares, amistosas y sociales.


Lavarse las manos con agua y jabón ya era sabido y vino muy bien asumirse como responsabilidad de la población mundial.


Usar barbijo todo el tiempo de la vida pública: está en estudio su real utilidad; pero mientras tanto viene bien para entender que los microbios de las infecciones humanas se reciben y se esparcen en las secreciones salivales y respiratorias de un humano a otro humano y también con las especies animales (domésticas y silvestres). No olvido de mencionar unas prácticas ya conocidas: si se tiene tos, toser en el pliegue del codo; si se tienen estornudos, estornudar en el pliegue del codo.


Cubrirse los ojos por el mismo motivo del uso del barbijo.


Que los niños contagian... que los niños no contagian... los niños, niñas y adolescentes son humanos como todos los humanos.


Los contagios de un agente infeccioso se producen si existe en alguna persona tal agente infeccioso que entonces pueda pasar de tal persona a otra.


Estar contagiado con un agente infeccioso (un virus, una bacteria, un hongo, un parásitos es el primer paso para el desarrollo de la infección por tal agente infeccioso; pero ese primer paso no implica necesariamente que vaya a ocurrir el siguiente o sea la infección.


Distancia física o distanciamiento social: está en estudio. Lo evidente es que el cuidado de no pasarle secreciones a las otras personas con la tos, los estornudos, los gritos, y no recibirlas, tiene el favor de disminuir la transmisión y el contagio.


El cierre de las Escuelas, si se enseña, se aprende y se cumplen los cuidados básicos, no correspondería. Entiendo que también esto está en estudio. Sobre todo, las Escuelas como otros Espacios Públicos, deberían haberse mejorado en su diseño hace ya muchas décadas y y tal vez centurias.


El descontrol de la información que llega al común de la población: sin censurar a nadie, cada País debería tener un organismo autónomo, independiente de los poderes del Estado, para la información y la educación. Palabras como infodemia, plandemia, cuarenterna, ... y en otro aspecto las noticias falsas, no deben quedar a que cada quien lo tome como se le ocurra sin ser ayudado con información seria; pues se debe colaborar a la población a no caer en tristeza, ansiedad, descreimiento, aislamiento, etc..


Los trabajos, las diferentes actividades humanas, pueden seguir variando según las épocas en los modos, los lugares, los fines y las herramientas, que se necesitan para su desarrollo, y la valoración que se hace de ellas.


La higiene personal y ambiental, la seguridad ante peligros conocidos o imaginarios, la prevención de incidentes de todo tipo (pequeños cotidianos o grandes esporádicos) y la promoción de la salud deben seguir formando parte de la tradición de las familias y las sociedades que en cada época incorporan nuevos consejos y redescubren algunos olvidados o que parecían obsoletos.




Enrique R. Ansaldi








 
 
 

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