Las fórmulas breves atrapan a las masas, pero no tanto como la pandemia

Faringitis=Amoxicilina: se usa, aun, desde 1972, pese a los reiterados estudios y sus respectivas publicaciones que dicen que ello es así solamente en un 30 % de las personas que tienen edad entre tres y dieciocho años. O sea, no debió popularizarse por inexacta. Porque primero se hace la historia clínica y el examen del paciente, luego se considera la necesidad o no de estudiarlo por Bacteriología y finalmente se decide un tratamiento con o sin antibiótico.

La fórmula debe ser, entonces: faringitis=consulta.

Diarrea=té oscuro: solo los casos muy leves de personas jóvenes podrían tolerarlo.

Diarrea=Pedyalite: desapareció porque sus ingredientes no eran los correctos.

Diarrea=agua de arroz: sigue siendo incompleta, solo los casos muy leves de personas jóvenes pueden recibirla.

Diarrea=Gatorade: otro invento comercial apropiado para los deportistas de alto rendimiento; no resuelve la diarrea.

Diarrea=¿? Desde 1968, por el descubrimiento del Dr. David Nalin, disponemos de las Sales para Rehidrtación Oral -con las cuales se han salvado de morir más millones de personas en tan poco tiempo que con cualquier otro descubrimiento en toda la historia.

La fórmula debe ser, entonces: diarrea=sales para rehidratación (la consulta es luego)

Pandemia=barbijo+lavado de manos+cercanía conveniente (distancia social)+confinamiento+serenidad espiritual y social.

No se puede aun decir si esta fórmula funciona o no porque la epidemia no ha acabado y tampoco se sabe (o se dice) cuándo ello será. Si bien ya comenzamos a comparar cómo le está yendo a un grupo y a otro que hacen cosas diversas sin aplicar toda la fórmula completa.

El dato que falta en la fórmula es la "inmovilización" de poblaciones enteras de todos los sectores sociales, si bien con respuestas anímicas y verbalizadas muy diferentes.

Pasada la pandemia se compararán con datos fuertes las conductas de los distintos continentes, países, ciudades, pueblos y familias y se tendrán conclusiones y se podrán arriesgar opiniones acerca de esta fórmula. Lo cual servirá para la próxima en caso que sea asimilable a ésta en su dinámica de contagio, morbi-mortalidad y conductas sanitarias y políticas aplicables.

La fórmula debe ser, entonces: cada situación se estudia a conciencia y se asume según los mejores evidencias.

La fórmula deberá incluir un factor saludable de "anti-inmovilización" (de esa inmovilidad que huele a pánico, a huida, a pre-mortem) para esa parte de la población afectada negativamente por la fórmula actual.

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