Desconcierto dos: vómitos y/o diarrea

Por su posible consecuencia, la deshidratación, es más grave, desconcertante, que cualquier otra situación común de emergencia. Existen muchas otras emergencias más graves pero aquí las he presentado por frecuencia en las guardias de pediatría.

Estas ponencias de "desconcierto" las llamo tales desde la movilización de los padres, las familias, al punto que implican de inmediato la ida a guardia, y a veces en el mismo día una vez más y seguramente una tercera en uno o dos días, lo cual implica distintos otros desconciertos en los varios grupos de tareas de los servicios de guardia médica.

La vida normal es linda, deseable, disfrutable. Y cuando a ella le aparecen inconvenientes que obligan al cambio urgente de la rutina parecería que se ha vuelto "invivible" aunque más no sea por unas horas. Logicamente, esto se entiende así desde la familia con su hijo que repentinamente ha iniciado vómitos; pero la vida sigue normal -una suma de desconciertos- para el personal de la guardia médica que está preparado para atender a aquélla.

Sintéticamente, las acciones de la familia buscando ayuda y las de la guardia atendiéndola coinciden en asegurarle al niño la posibilidad de compensar transitoriamente o recuperar definitivamente su funcionamiento digestivo para que no sufra la deshidratación.

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