¿cómo vino a trabajar? ¿no había muerto, usted?
- Enrique R. Ansaldi
- 24 feb 2019
- 2 Min. de lectura
Tenía yo poquito más de un cuarto de siglo y apenas cumplidos unos pocos años de ejercicio profesional, y cada tarde en un hospital ("hospitalito" se le decía por su categoría de Vº nivel) en la provincia de Santa Fe - Argentina-, hacía atención primaria de la salud en un programa recién instaurado allí (luego supe que no hacía muchos años la modalidad había surgido de la iniciativa APS en Alma-Ata).
Una de esas tardes, me saludó sorprendida la secretaria de consultorios al verme llegar con la expresión que dio el título a esta entrada. Le respondí: "no, la verdad que no sabía nada...", la saludé, tomé la planilla y atendí como de costumbre; y, gracias a Dios, he continuado la misma labor incluido este momento (que es parte de la APS ahora llamada "CUS"; no, no he muerto aún. Pero... (siempre aparece un pero) la Psicóloga me ha mandado o sugerido o como sea más psicológico que piense sobre mi muerte ...la cual (respondo) ya se acercó muchas veces a mi existencia (a mi cercanía cutáneo-mucoso y a mi trasfondo) pero (siempre aparece un pero) sólo puedo dar cuentas de unas pocas veces en que la advertí recordándome que alguna vez tendremos el trascendental encuentro !
Puedo decir -porque soy consciente- que he muerto a realidades por las que pasé brevemente, otras extendidamente y otras más a las que directamente "saludé" de lejos. Desde ellas sí pueden, los que allí residen, decir que he muerto (aunque, no cotidianamente como en el hospitalito o el actual hospital) pero sí circunstancialmente, podrían verme alguna vez y decirme entre sorpresa y sorna: ¿cómo vino? ¿no había muerto? ... Una vez más encomiendo a Dios mi vida y la de todos los seres humanos !!
eransaldii@gmail.com
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