Acerca de qué "miramos" (nuestro ombligo y la persona de nuestro prójimo no están en paralelo)
- Enrique R. Ansaldi
- 15 oct 2020
- 1 Min. de lectura
Nuestro ombligo es filogénico y ontogénico. Es muy importante. Pero, digamos, como plataforma o punto de partida para, mientras se desarrolla -tarea de toda la vida-, llegar a lo más elevado que puede el ser humano: la donación de sí, la acogida del prójimo, el amor.
Son tareas, misiones, en perpendicular, no en paralelo, pues no se puede elegir entre el propio ombligo y la persona toda -propia y del prójimo-; ya que se trataría de optar por un modo de suicidio o de propia y del prójimo -hacer sociedad-.
No puedo, no puedes, no podemos encontrar al prójimo en nuestro egocentrismo. Lógicamente no podemos reconocer al prójimo si antes y mientras no conocemos y fortalecemos nuestra propia persona. Todo ello está en una perpendicularidad permanente; no puede ocurrir sociedad en la paralelidad.
Sí; debemos tender al desarrollo integral de la persona humana desde su concepción hasta su muerte natural; lo que se resume en educación continua (casi sin diferenciar individuos de comunidades).
eransaldii@gmail.com
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